Escuela de Atletismo en Palma de Mallorca SISUteam AC.

La necesidad de estudiar si quieres ser un atleta de elite.

De acuerdo, cuando se lee el título de un artículo que va sobre la necesidad de estudiar para llegar a ser un atleta de alta competición, lo primero que se nos viene a la cabeza es que conocemos dos, tres o cinco deportistas sin estudios que han llegado a la elite.

Normalmente cuando algún padre o entrenador me argumentan esto, en alguna de mis conferencias o post, la respuesta suele ser: “Yo también conozco dos, tres o cinco personas a las que les ha tocado la lotería, y no por ello recomiendo que alguien se juegue tu estabilidad económica al gordo de navidad”.

El atletismo, aún el de alta competición, rara vez te soluciona la vida.

Siendo un poco más serios, del atletismo, si se alcanza un buen nivel internacional, se puede vivir momentáneamente de este. No obstante, hay vida después del deporte y hay que asegurarse que esta sea la más confortable y estable posible.

Nunca nuestro modelo, concretado como el modelo del SISUteam será renunciar a todo para ser deportista de alta competición.

El modelo de crecimiento SISUteam contempla los estudios.

De hecho, creo que esto sería uno de los mayores errores que podríamos cometer. Ello si realmente queremos acompañar, con conocimiento y experiencia, a un joven atleta desde las categorías menores hasta la excelencia competida en la edad adulta.

Por ello, nuestro modelo de crecimiento SISUteam, contempla una progresión y distribución de las cargas de entrenamiento, en volumen y frecuencia semanal, que lo posibiliten.

¿Cómo se relacionan los estudios y las posibilidades de alcanzar?

A continuación, te explico y argumento la correlación entre estudios y posibilidades de alcanzar la elite deportiva. Esto tal y como la teoría y las experiencia vistas y vividas me han enseñado.

Los problemas para compaginar estudios y crecimiento deportivo.

Obviamente, al principio del crecimiento deportivo, todo el mundo tiene muy claro que es necesario compaginar entrenamientos y estudios.

No obstante, cuando se ha alcanzado cierto nivel deportivo pueden empezar a presentarse dudas y falsas expectativas. Aún más cuando este ha sido en categorías inferiores y/o a nivel internacional.

Veamos las causas que pueden llevarnos a estas dudas.

Nadie nos prepara para abandonar el deporte.

Uno de los grandes problemas que condicionan las elecciones de crecimiento, para los jóvenes atletas talentosos, es que nadie los prepara para el momento de abandonar la competición.

La decisión de abandonar el deporte de alta competición es un momento complicado para los atletas. Durante años han vivido en una burbuja que de repente se pincha y le convierte en una persona “normal”.

De golpe, puertas que se tenían abiertas se cierran. Gente que contaba contigo te sustituye por el siguiente campeón. Amigos que fueron apareciendo a medida que se ganaban medallas, desaparecen.

Como todo ello ha estado siempre ahí, al empezar a muy pronta edad y ser creciente a medida que se progresa, no se plantea que en algún momento deje de estar.

La adolescencia deportiva un reto titánico.

Si ya es difícil la adolescencia por si misma, ésta complicada con decisiones deportivas, se vuelve un reto titánico para los jóvenes talentos.

La adolescencia se caracteriza por cambios físicos, de personalidad y sociales que conllevan situaciones continuas de adaptación y dar solución a problemas para los que no se tiene ni experiencia ni madurez.

Además, la necesidad de afianzar la personalidad propia lleva, en muchas ocasiones, con constantes enfrentamientos con aquellas personas que nos han guiado hasta el momento. Sean padres/madres, maestros e incluso los propios entrenadores si las cosas no empiezan a ir como se tenía previsto.

A ello se suma que pueden aparecer nuevas referencias, que bien por ser otros adolescentes sin experiencia o adultos interesados, aumentan la desorientación y la toma de decisiones poco acertadas.

Fácilmente manipulables o influenciables.

Los jóvenes deportistas con talento, sin maduración ni experiencia vital suficiente, son fácilmente manipulable y/o influenciables. Las redes sociales, los directores deportivos, los medios de comunicación o simplemente los amigos no deportistas pueden ofrecer alternativas a los estudios, que pueden hacer peligrar la dedicación a estos.

El deporte de rendimiento cada vez requiere de más dedicación y energía. Ello hace que el joven deportista tenga ajustar equilibrar y gestionar al milímetro su tiempo dedicado al entrenamiento y al estudio. Esto hace que alternativas divertidas sean tentadoras para jóvenes en pleno momento de descubrimiento y exploración del mundo.

Además, la necesidad de ganar medallas para entrenadores, clubes o federaciones pueden acarrear presiones para que los estudios no sean prioritarios. Esto último, además, mucho más intenso cuando mayor es el talento del joven deportistas.

Las pruebas de accesos a la universidad en momentos claves deportivos.

Si todo esto, por sí solo, no fuera suficiente, se le suma el acceso a la universidad, con todo lo que ello implica.
En plena adolescencia, aparece el reto de superar las pruebas de acceso a la universidad. Un año repleto de presiones a nivel de la EVAU/EBAU que coincide con las primeras competiciones atléticas internacionales.

No es de extrañar que la categoría sub ’18 para las chicas y la categoría sub’20 sean los cementerios deportivos para muchos jóvenes deportistas.

Esto último, obviamente, no es solo el efecto de la presión de los estudios. A ello se le suman falsas expectativas deportivas generadas por maduraciones adelantadas, entrenamientos deportivos anticipados o, simplemente, otras decisiones vitales naturales.

Para colmo, a mi modo de ver, el 3% de reserva de plazas a la universidad se ha mal interpretado/utilizado por alguno de los actores deportivos actuales. Esta vía se ha convertido en una vía fácil acceso a la carrera universitaria deseada para deportistas destacados en categorías inferiores, que no tienen la menor intención de seguir con su carrera deportiva.

Demasiadas opciones para acceder a esta vía, que impide que los deportistas que tienen la necesidad y decisión de compaginar estudios y deporte se vean superados por otros que solamente tienen en mente la rentabilidad de esta vía para colarse en el sistema.

Y, como no, llega el dinero a manos inexpertas.

Por último, y como no, aparece el dinero fácil. No es que se gane fácilmente, porque los premios y becas cuestan son de muy difícil acceso, sino que aparece inesperadamente como consecuencia del crecimiento deportivo de un atleta talentoso.

A veces en cuantías muy altas, sea en metálico o en prebendas, pueda llegar a ocasionar la creencia de que ganarlo es fácil. Cosa que no suele ser así.

Cobrar 2.000 o 3.000 €, por hacer algo que te guste, de una manera frecuente está muy lejos de los sueldos que hoy en día se gana en España. Ello puede ocasionar una distorsión de la realidad entre trabajo y rendimiento económico. Distorsión que puede llevar, a mentes inexpertas, a tomar decisiones equivocadas en la valoración de la necesidad de dedicar tiempo y esfuerzo al estudio “mundano”.

¿Por qué es necesario compaginar deporte y estudios?

Básicamente por tres motivos principales. 

El atletismo profesional no te soluciona la vida.

El primero es obvio, y ya lo hemos tocado en este artículo, del atletismo difícilmente se puede vivir de rentas. Por ello, necesario labrarse una alternativa que permita a los deportistas seguir con su vida normal, una vez dejado el deporte de alto nivel.

Obviamente hay algunos que sí lo pueden hacer. Excepciones siempre habrá, pero no es lo más común o usual. Es más fácil apostar a la lotería de navidad, que apostar a ser un atleta de alta competición nivel legenda.

También puede que algunos que, gracias a sus méritos deportivos, sean contratados por las administraciones públicas. Ello, vista la normativa de contratación que rige actualmente el acceso a la función pública, se vuelve cada vez complicado, y es una opción que, afortunadamente, si no va acompañado de experiencia profesional y formación académica, es inviable.

La pesada mochila de la falta de una alternativa profesional.

Uno de los grandes problemas que suele surgirles, a los deportistas que no tienen una alternativa profesional, a partir de los 23 o 24 años de edad es la pesada carga que les resulta esta situación.

Para este tipo de deportistas, cada competición, es un examen a su capacidad para pagar la hipoteca, mantener sus ingresos económicos o simplemente, vivir.

Esto se acusa mucho más en momentos de lesión. Las dudas y el miedo a lo que vendrá después conlleva una situación que dificulta tanto la recuperación, el entrenamiento y la propia recuperación.

Consideramos que este estado es uno que puede llevar a los deportistas a caer en el lado oscuro del doping. A parte de tarados que quieren ganar medallas o dinero a toda costa, que los hay, la necesidad económica, más cuando se tienen cargas familiares, es uno de los inductores principales a este tipo de prácticas ilegales.

La necesidad de alternativas que despejen la mente del joven deportista.

Los que hemos vivido en la Residencia Joaquim Blume, sabemos lo difícil y asfixiante que puede resultar vivir el 100% de nuestro tiempo con el deporte de competición presente.

El deportista necesita espacios en donde su mente esté centrada en otra cosa. Por eso, los estudios y el ámbito académico, en tiempo y carga equilibrados, son una alternativa adecuada para esta liberación.

Que el deportista tenga amigos, responsabilidades y tareas fuera del deporte, que además no interfieran en el ambiente sano en donde tiene que vivir, es algo muy positivo para su crecimiento atlético. Por ello, compaginar deporte y estudios, consideramos que es algo muy adecuado y necesario.

¿Cómo lo hacemos en el modelo de crecimiento SISUteamAC?

Por todo ello, el modelo que impulsamos desde el proyecto SISUteam incluye innegociablemente obligación de simultanear estudios, u alternativa profesional, y entrenamiento para nuestros deportistas. Esto no promovemos con las siguientes estratégicas.

Gestionamos personas, no simples deportistas. 

Lo primero de todo es el compromiso con las personas que gestionamos deportivamente. Estas, antes que deportistas son personas y como tales les hemos de tratar.
Con esta concepción, entendemos que las necesidades que estos tienen van mucho más allá que las meramente competitivas. Las personas, jóvenes en nuestro caso, tienen necesidades de socialización, de diversión o de experimentación. Todas ellas incluso más prioritarias en algún momento de su vida, durante la adolescencia, por ejemplo, que rendimiento deportivo.

Las necesidades competitivas, en edades tempranas, suelen ser más necesidades de adultos proyectadas a los niños, que de ellos propiamente dicho. Así, algunos padres, madres, entrenadores, clubes o federaciones buscan en el rendimiento deportivo de sus hijos, los rendimientos que ellos no han tenido en su vida deportiva, personal o profesional.

Nosotros, como formadores a la par de entrenadores, tenemos que estar alineados con los jóvenes deportistas y con su concepción integral de personas en pleno desarrollo. Incluso si ello nos lleva al enfrentamiento con alguno de estos adultos irresponsables.

Aprender a gestionar su tiempo desde pequeños.

Uno de los aspectos que hay que fomentar desde el inicio a los jóvenes deportistas en la gestión de su tiempo. Que este les de para compaginar estudios, entrenamiento y vida social.

Los jóvenes tienden a perder mucho el tiempo. Sin referencia de este, todos sus procesos se eternizan, bien hablando, despistándose o priorizando tareas secundarias o innecesarias.

Es muy necesario que los niños entiendan que, si no es estrictamente necesario, no se pueden perder entrenamientos y competiciones para preparar un examen. Es frecuente ver como niños dejan de venir a entrenar un lunes o un martes porque tienen un examen al día siguiente, cuando no han estudiado nada durante el fin de semana precedente.
Hay que ayudarlos a que se planifiquen y den prioridad a lo importante. Dejarles que no vengan al entrenamiento, porque no han estudiado cuando debían, priorizando horas de televisión o pantallas electrónicas, es una mala estrategia de aprendizaje.

De la misma manera, castigar al niño sin atletismo, porque saca mala notas, también es una mala estrategia. El deporte y la actividad física es necesaria y fundamental para su desarrollo. Antes que privarles del deporte, hay que buscas mejores alternativas de retroalimentación como las ya citadas pantallas electrónicas, móviles, horas de televisión o de redes sociales.

Estructura de los entrenamientos que les permitan compagínalos con estudios.

Cuando planificamos nuestros entrenamientos buscamos que la distribución semanal de estos se amolde a las necesidades de estudios y asistencia a clase.
Así, en vez de entrenar lunes, miércoles y viernes, descansando domingo y jueves, preferimos entrenar martes, jueves y sábado por la mañana, descansando lunes y viernes.
Esto posibilita que los jóvenes estén menos tardes en la pista, que coincidan más días de descanso con días lectivos que la carga entre semana de estudios más atletismo sea menor.

Nos fastidiamos un poco más los entrenadores porque no tenemos todo el fin de semana para nosotros o hay que pagar a entrenadores para que les asistan simultáneamente en las competiciones del sábado, pero creemos que el esfuerzo vale la pena.

Los deportistas tienen que aprender a tener momentos.

Como hemos dicho estamos hablando de personas y, además, en la mayoría de los casos jóvenes. Esto significa que en algunos momentos tienen que irse de fiesta, salir con los amigos, viajar, ir a conciertos, etc. Todo ello, obviamente, de una manera muy frecuente y llevados por el simple hedonismo, puede ser contraproducente para el crecimiento deportivo.

No obstante, no tener estos momentos, negarlos y prohibirlos de una manera continua, también es contraproducente para la continuidad deportista de los jóvenes y adultos.
Aprender a tener estos momentos, compatibles con el entrenamiento y el descanso, también es necesario.

Poder hablarlo libremente con los entrenadores, sin broncas y coacciones, es una de las interacciones que más tienen que realizar atleta-entrenador. Más si se quiere tener estabilidad a largo plazo en el proceso deportivo y crear un vínculo adecuado entre ambos.

De esta manera damos momentos de respiro y de diversión al complicado equilibrio entre estudios y entrenamiento. Equilibrio que pocos momentos de respiro deja a partir de ciertos niveles de rendimiento deportivo y/o universitario.

Socializar con los propios compañeros de entrenamiento. 

Una de las mejores estrategias que se puede implementar, en un grupo de entrenamiento de jóvenes atletas, es potenciar que estos se conviertan en la pandilla de amigos que interactúe fuera de contexto deportivo. De esta manera nos aseguramos de que los atletas socialicen en un ambiente sano y autorregulado.

Por este motivo, potenciar la cooperación y no la rivalidad es muy necesario. Cooperación y amistad no solamente con los miembros del propio grupo de entrenamiento o escuela de atletismo, sino con los atletas de otros grupos o escuelas.

Que los jóvenes que comparten la pasión por el atletismo se relaciones y formen grupos de amistad es algo fantástico. Ya que además de contagiar un estilo de vida sano, si estos compaginan estudios y entrenamiento, al hacerlo todos, se vuelve normal el esfuerzo para compaginarlo.

Obviamente cada uno lo que pueda.

Si Carlos, el psicólogo del CTEIB, leyera esto hasta aquí me diría que no todos los deportistas tienen la capacidad para afrontar una carrera universitaria.

Obviamente, no estamos diciendo que todo el mundo llegado el caso tenga que aspirar a ser médicos o ingenieros. Casos así en la selección española absoluta de atletismo tenemos, pero también otros deportistas que han optado por otras alternativas al deporte, tales como oposiciones a funcionarios o grados superiores de formación profesional.

Conclusión sobre la necesidad de compaginar estudios y deporte.

Lo que queremos enfatizar en este artículo es la necesidad de compaginar una vida deportiva con la construcción a una alternativa profesional para cuando llegue el momento del abandono de la práctica deportiva.

La conciliación entre estudios y deporte es esencial para los atletas de élite que buscan alcanzar la excelencia en ambas áreas. Con la implementación de estrategias adecuadas y el apoyo necesario, los deportistas pueden superar los desafíos y aprovechar al máximo su potencial tanto en el ámbito académico como en el deportivo.
En esto estamos en el SISUteamAC. ¿Nos acompañas?

Algunas referencias bibliográficas y enlaces sobre el tema.

• Côté, J., & Hancock, D. J. (2007). The dual career challenge for young athletes: Balancing sport and education. Psychology of Sport and Exercise, 8(4), 451-465.
• Fletcher, S. (2012). Elite athletes and education: A critical review of the literature. Journal of Sport Science and Medicine, 11(2), 227-238.
• Larkin, D., & Côté, J. (2014). The importance of education for elite athletes. International Journal of Sport Policy and Politics, 6(2), 264-282.

Además, para más información también puedes consultar los siguientes enlaces y/o solicitar información adicional.
• Consejo Superior de Deportes: https://www.csd.gob.es/
• Federación Española de Atletismo: https://www.rfea.es/
• Centro de Tecnificacion Deportiva Illes Balears: https://www.fundacioesportbalear.es/